¿El marketing es bueno o malo? Algunas reflexiones
Llevo más de 2 meses sin publicar una entrada nueva. ¡Lo siento! Este 2021 ha empezado con muchísimas exigencias, lo cual me deja muy contento. Durante estos casi 3 meses del año, he publicado mi curso Crea y Lanza tu Sitio Web, mi clase gratuita sobre cómo crear negocios digitales, he participado en 2 conversatorios académicos y he estado presente en varios medios de comunicación. Sin embargo, ya le debía tiempo a mi blog. Y lo hago con un tema que considero muy potente: ¿El marketing es bueno o malo?
El contexto: ¿Por qué me planteo ahora si el marketing es bueno o malo?
El día de ayer vi un «debate» entre Carlos Muñoz y Diego Ruzzarin. Carlos Muñoz (autodenominado como el Máster Muñoz) es una especie de «gurú» del marketing, la economía y los negocios. Es una persona multimillonaria, que vende libros, cursos y talleres al granel y que cuenta con millones de seguidores en redes sociales. El defiende la postura de que las herramientas que provee a sus públicos son de gran ayuda para que emprendedores accedan a una calidad de vida similar a la de él.
Por otro lado, Diego Ruzzarin es un intelectual, mucho menos famoso que Carlos pero sigo su contenido y reconozco el valor de sus reflexiones. Es un demócrata, que tiene fuertes críticas contra el capitalismo, el marketing y toda práctica que sirve para enriquecer a unos a costa del trabajo de otros. Sin embargo, sus reflexiones no se centran en construirse un monumento en torno a él, sino en formar un pensamiento crítico de las personas. Muchos de sus contenidos están expuesto a debate por lo que, si bien no coincido con muchos de sus pensamientos, puedo aprender de ellos para sacar mis propias conclusiones.
En el primer párrafo de este bloque escribí la palabra «debate» entre comillas, porque no fue un debate. Diego humilló a Carlos. Y ahí cabe mi primera reflexión: No importa cuánta fama o dinero tengas si no tienes el conocimiento. El verdadero poder está en el conocimiento y los saberes siempre se antepondrán a las ideologías.
Si te interesa mirar este evento, te lo dejo de manera integral a continuación. Te lo sugiero mucho porque es realmente muy interesante y puede dejar algunos aprendizajes:
Conceptualizando y contextualizando
El marketing se refiere a un conjunto de herramientas que facilitan la comercialización de determinado producto o servicio. Pero, al día de hoy, el marketing también se aplica en la gestión de intangibles, como el marketing político, social o deportivo.
En este sentido, es posible caer en la trampa de pensar que el marketing sirve únicamente para alentar el consumo y persuadir a la gente de adquirir cosas que no necesita. Es una práctica fundamental de una economía capitalista, para otorgar la percepción de valor de aquello que se comercializa. Y, por supuesto, es un conjunto de herramientas de la que se valen algunos gobiernos socialistas para perpetuarse.
Pero, eso no significa que debamos satanizar a esta disciplina. El marketing, al igual que toda herramienta, puede tener un buen o mal uso dependiendo de las manos que lo operen. ¿Cuál puede ser un mal uso del marketing? Al momento que la propaganda política justifique una guerra innecesaria en nombre de la soberanía, cuando los intereses muchas veces son económicos.
Pero también pueden haber buenos usos para esta práctica. El marketing no es de uso exclusivo de los gobiernos tiránicos o de las grandes corporaciones explotadoras. El poner el conocimiento técnico y tecnológico en manos de emprendedores que perdieron su trabajo durante la pandemia, puede ayudar a mejorar la economía de una sociedad en crisis.
El marketing no siempre es bueno o malo, existen matices
No todo es blanco o negro. Es verdad que el marketing puede «lavar cerebros» al crear la necesidad de adquirir cosas que no necesitamos. Pero también, puede ser una herramienta que facilite que organizaciones sociales que luchan por causas reales obtengan financiamiento para su sostener sus operaciones.
Pero en medio de esto extremos, hay varias aplicaciones que no necesariamente determinan si el marketing es bueno o malo. En una crisis económica y social en la que se encuentran varios países latinoamericanos, muchos perdieron sus empleos. ¿Cuál es la respuesta para que esas personas puedan llevar la comida a sus hogares? Emprender, no hay otra ruta.
Pero emprender no es una tarea fácil. Y es ahí donde coincido con Diego Ruzzarin que habla de un «positivismo tóxico» por parte de muchos gurús o coachs. La respuesta no está solamente en estar motivados, tener buena salud mental y trabajar duro. El conocimiento técnico y tecnológico es necesario. ¿De qué nos sirve conocer las 7 claves de un empresario exitoso si no sé cómo hacer un sitio web?
Es ahí donde el marketing adquiere matices. Debemos conocer sobre esta disciplina, debemos saber cómo sacarle provecho, pero debemos tener un criterio para entender lo que es y no es ético.
Conocer las disciplinas y actuar con ética
La ética es una rama de la filosofía que estudia la conducta humana. La capacidad de discernir entre lo que es bueno y malo, entre lo que es correcto e incorrecto. Si podemos diferenciar estos escenarios y actuar de forma correcta, todo conocimiento es bueno.
Entonces, ¿el marketing es bueno o malo? No hay una respuesta única, pero su conocimiento es importante, porque nos puede plantear soluciones reales a problemas reales.
Si quieres conocer más de esta disciplina, te invito a leer este artículo en el que detallo qué es el marketing de contenidos y cuál es su importancia. Y si eres uno de esos emprendedores que necesita generar ingresos extra durante esta época de crisis, te invito a ver mi clase gratuita sobre cómo crear negocios digitales.
Me interesa también tu opinión, así que déjala en la caja de comentarios. ¡Nos vemos pronto!
El marketing, como toda herramienta de desarrollo, está al servicio de la sociedad. Como se la utilice, no es responsabilidad de la herramienta sino de quien la manipula. Así es con todo: la religión, la ciencia, las drogas, la política. Si no hay moralidad en su uso, el resultado será negativo. Me encanta el artículo.
¡Muchas gracias por tu comentario! Concuerdo totalmente contigo. Las herramientas están a nuestro servicio y depende del uso que le demos para que ayuden al crecimiento de la sociedad. ¡Un fuerte saludo!