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¿Qué sucede con la innovación de Apple?

¿Qué sucede con la innovación de Apple?
Foto: xataca.com

Antes de empezar con este artículo, quiero dejar en claro que esto es una opinión personal. Para muchos, Apple sigue siendo un ejemplo de innovación. Sin embargo, mi experiencia como usuario en los últimos años, ha sido un tanto distinta. Y, es por eso que, ha rondado por mi mente la pregunta ¿Qué sucede con la innovación de Apple?

La innovación de Apple: un poco de historia

Para muchos, no es desconocida la historia de esta empresa, sin embargo, haré un muy breve repaso de sus hitos:

  • Apple Computers fue fundada en 1976 por Steve Jobs y Steve Wozniak.
  • Su primer modelo fue la Apple I, la primera computadora para el usuario común de la historia. Alcanzó un éxito comercial moderado.
  • En 1980, la compañía alcanzó la fama mundial gracias al lanzamiento de la Apple II. Sus fundadores y accionistas, se convirtieron rápidamente en millonarios.
  • Durante los años 83 y 84, Apple sufrió graves pérdidas, debido al fracaso de modelos como Lisa o McIntosh. Esto propició el despido de Steve Jobs de la compañía que él mismo había creado.
  • En 1997, gracias a una maniobra comercial, Steve Jobs regresó a la compañía. Este suceso fue acompañado con el lanzamiento de la iMac G3.
  • Durante los siguientes años, Apple se convirtió en un ejemplo de innovación a nivel mundial. Algunos de sus productos destacados son el iPod, iPhone, Apple TV, iPad, iWatch, entre otros. Gracias a su éxito comercial, Apple se convirtió en la compañía más valiosa del mundo.
  • En 2011, Steve Jobs dejó la empresa. El actual CEO es Tim Cook.

Mi relación con la marca

Durante comienzos de los años 2000, se comenzó a imponer la idea de que el mejor equipo para realizar tareas creativas, era una Mac. Yo pude evidenciar eso en 2003, cuando estudiaba publicidad y tuve mi primera iMac. La sensación de pasar de una Compaq, con sistema Windows 98, a un equipo G4, fueron indescriptibles. De pronto, podía ejecutar, fácil y rápidamente, programas de diseño como Ilustrador y Photoshop. Además, era increíble revisar mis fotos en iPhoto, escuchar música en iTunes o realizar mis primeros videos en iMovie. Simplemente, me sentía en el futuro.

Estas sensaciones de practicidad y diseño enfocado en el usuario, me llevaron a consumir otros productos de la marca. Pocos años después, pude acceder a mi primer iPod. Un modelo Shuffle, que entraba en mi billetera y en el cual podía guardar más de 200 canciones. Luego, ahorré durante meses para comprar mi primer iPhone, el 4. Debo admitir que, durante esa época, me convertí en un fan de la compañía. Es más, comencé a repudiar a la competencia. No entendía cómo alguien, podría preferir un equipo de marca Microsoft o Samsung.

Apple, después del fallecimiento de Steve Jobs

Durante la década de 2010, seguí consumiendo productos de Apple, pero sus propuestas, cada vez me causaban menos sorpresa. Mi última computadora de la compañía, fue una MacBook Air. Bellísimo diseño, pero bajo desempeño para su precio. Además, se iba imponiendo la tendencia de disfrutar de videojuegos en una computadora, algo que no había hecho desde la década de los 90. Sin embargo, la gran mayoría de juegos (al día de hoy, incluso), solo se podían ejecutar desde un sistema compatible con Windows. También, los programas de diseño en la actualidad, se ejecutan de manera perfecta en cualquier PC. De pronto, dejé de encontrarle sentido a gastar tanto dinero por una Mac.

Debido a esto, en 2017, me cambié a una PC portátil gamer. Actualmente, trabajo en una computadora armada de escritorio. Su valor es la cuarta parte de una iMac equivalente, con el añadido de que puedo ejecutar cualquier videojuego actual en calidad Ultra. ¿Por qué habría de gastar tanto, en un equipo de computación que tenga limitaciones?

El último celular que compré de la compañía, fue un iPhone 6, que, al día de hoy, conservo. No veo la necesidad de gastar tanto para actualizarme por un iPhone actual, que básicamente hace lo mismo. Desde 2007, los añadidos de cada nueva versión son mínimos. No así sus precios. Cuando mi smartphone muera, probablemente también cambie de marca. Pienso irme por un Xiaomi, que problablemente lo encuentro por la quinta parte del valor de un iPhone 11.

Entonces, ¿sigue siendo Apple la compañía innovadora de principios de siglo?

Si la innovación de Apple, sigue siendo un valor diferenciador para su compra, depende de la experiencia de cada usuario. Sin embargo, mi historia con la marca, me lleva a pensar que, la partida de Steve Jobs, le hizo mucho daño. Este, es un claro ejemplo de una marca que depende, casi exclusivamente, de la genialidad de su CEO. Por supuesto que, los productos de Apple, siguen destacando por su estética y funcionalidad. Además, su imagen corporativa va más allá de sus cualidades físicas. Poseer un iPhone, una iMac o un iWatch, genera una sensación de estatus. Pero, ¿eso es suficiente para justificar la adquisición de un equipo tecnológico, cuyo valor es cuatro o cinco veces mayor que el de la competencia?

Tal vez, las nuevas generaciones, no experimenten esa sensación de asombro, de quienes conocimos la verdadera innovación de Apple. La marca sigue siendo grande, es verdad, pero ya no genera la misma sorpresa. Y, mientras, me sigo alejando de la compañía, disfruto de ahorrar en equipos tecnológicos. En todo caso, si quiero seguirme aferrando a una marca, todavía me queda Nintendo.

¿Te gustó mi artículo? Recuerda que puedo escribir una reseña sobre tu marca. Escríbeme, o da clic aquí, para más información.

Entusiasta del Marketing Digital y la Tecnología. Experto en IA. Director de carreras, profesor e investigador. Fanático de los videojuegos y del cine.

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3 respuestas

  1. Hablando de relaciones tóxicas 🤣 jajaja. Si eres un comprador, con recursos y que no conoce mucho de especificaciones técnicas, sin duda Apple te entra por los ojos, de primera mano, no se puede negar que lleva una hermosa línea, definida hace ya tanto tiempo que, como bien dices, estéticamente, gusta y por cuestión de status, atrae. Pero cabe preguntarse si lo que cuesta realmente lo vale frente a lo que ofrece la competencia actualmente.

    • El valor de un producto se refleja en la experiencia emocional. ¡Pero hace rato que Apple no me emociona!. Ojalá, regrese pronto esa filosofía innovadora que por años ha caracterizado a la marca.

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