Reputación de marca y su incidencia en la sostenibilidad
Una de las grandes preocupaciones en Ecuador y, en el mundo, es la crisis económica que tendrá lugar tras el COVID-19. Las empresas no perciben ingresos. Debido a ello, se acogen a medidas gubernamentales, como la reducción de jornadas laborales, o la suspensión de puestos de trabajo. Y, en muchos casos, optan por despedir a sus trabajadores. Pero, tarde o temprano, la pandemia se habrá superado. ¿Qué sucederá entonces, con la reputación de marca, de esas organizaciones?
La reputación de marca incide directamente en la sostenibilidad organizacional
Es verdad que la crisis afecta a todos. Si las organizaciones no perciben ingresos ¿cómo podrían pagar a sus trabajadores o proveedores? Pero, ¿es posible que una empresa que obtuvo beneficios millonarios hace un año, tenga problemas de liquidez? No soy analista económico, así que no puedo dar respuesta a este interrogante. Sin embargo, como comunicador, me gustaría que se transparente esa información. Caso contrario, parecería que hay instituciones que están aprovechando, para ahorrar unos dolaritos.
Últimamente, he escuchado de manera reiterada, que las decisiones se las toman para garantizar la sostenibilidad. Pero, ¿la sostenibilidad de quién? Si las organizaciones suspenden empleos o despiden a sus trabajadores, ¿quiénes son los que se van a sostener? Únicamente, se apela a la rentabilidad financiera como valor para la sostenibilidad. Pero ¿qué pasa con la rentabilidad social? ¿Quiénes van a ser los consumidores, si se quiebra la economía de la clase trabajadora? Y peor aún, ¿dónde queda la reputación de marca?
El activo más valioso de una organización, es su marca
La reputación de marca, es la imagen corporativa consolidada. Una organización con buena reputación, no quiebra nunca. A través de la historia, grandes empresas como Disney o Coca Cola, atravesaron crisis económicas. Pero, mantuvieron consigo, su activo más importante: una marca valiosa. Y, esto, les permitió sortear cualquier dificultad, gracias al esfuerzo colaborativo de sus públicos. Pero, no existen marcas valiosas en organizaciones con mala reputación.
No pretendo volver a consumir, en una tienda de ropa con 50 sucursales, que despidió a la mitad de su fuerza laboral. Tampoco, pienso regresar a una cadena de restaurantes, que suspendió el trabajo de sus meseros, pese a que recibe pedidos online. Y, con estos ejemplos, no me refiero a las pequeñas y medianas empresas ecuatorianas. Sus dueños, también son héroes. Ellos buscan alternativas para afrontar esta crisis, sin que eso signifique, empobrecer a sus trabajadores. Me refiero a las grandes corporaciones. Aquellas que, el día de hoy, le dieron la espalda a un país que los necesitaba. Que desprestigiaron a la comunicación, como herramienta, para transparentar su situación.
La comunicación, es el vehículo indispensable para la construcción de una buena reputación
Como apunta Omar Hassan, especialista en desarrollo económico, lo que necesitamos es una vacuna contra el pánico. El futuro, es oscuro; es momento de ser solidarios. Debemos apoyar al emprendedor y al pequeño empresario. Aprender sobre tecnología, para diversificar nuestros ingresos. Y, utilizar a la comunicación, como vehículo para construir la reputación de marca. Especialmente, de nuestra marca personal.
Si eres comunicador como yo, te invito a leer mi artículo Creativos freelance: en el camino a su reinvención. La situación, para quienes vivimos de esto, es complicada. Pero siempre, existirá una salida. A través de nuestras palabras, podemos construir una sociedad mejor.